Los orígenes de Reina se remontan a la ciudad romana Regina Turdulorum, en el cruce de las dos calzadas que unía Córdoba con Mérida. Se supone que su fundación es cesariana o augustea, recibiendo organización política romana en tiempos de Vespasiano. En aquella época fue una población populosa, de casi de 4.000 habitantes, que disponían de agua potable que llegaba a través de un acueducto. Sus calles eran amplias y porticadas, con alcantarillado subterráneo que desembocaba en los arroyos de San Blas y San Pedro.La primera emigración a la sierra se produjo en época árabe, trasladándose la población al, hoy día, llamado cerro del Castillo, donde se construyó la fortificación aprovechando algunos restos de la antigua Regina. El enclave tuvo una gran importancia estratégica, al proteger una de las salidas naturales del Valle del Guadalquivir y el cruce de las dos calzadas.Según consta en los textos de Rodrigo Méndez Silva (Población General de España), Ganola de moros año 1185 el Rey D. Alonso Nono Castellano y vuelta a perder, D. Fernando III, 1246 que la mandó poblar de cristianos.En el año 1246 Fernando III donó la villa con su alcazaba a la Orden de Santiago, convirtiéndose a partir de ese momento en cabeza de una poderosa Encomienda de la que dependían Ahillones, Berlanga, Casas de Reina, Disantos, Fuente del Arco, Trasierra y Valverde de Llerena. En siglos posteriores el auge de Llerena absorbió la capitalidad de la Provincia Santiaguista.