En la Lapa,un pequeño pueblo de Badajoz, sobre una colina se sitúa las ruinas del convento, antes de reconstruirse como tal, fue una ermita,
construida hacia 1447 por el primer Conde de Feria, Don Lorenzo Suarez
de Figueroa. Desde su fundación está dedicada a la memoria de San
Onofre, ermitaño que vivió en el desierto egipcio hacia el siglo IV.
Sufrió varias modificaciones y ampliaciones, siempre a cargo de los Condes y Duques de Feria. El lugar obtuvo gran notoriedad por haber ejercido de Padre Guardián San Pedro de Alcántara,
posteriormente declarado junto con la Virgen de Guadalupe "Patrono de
Extremadura", donde escribió su "Tratado de la Oración y Meditación".
Su decadencia viene, como en otros muchos casos de patrimonio
eclesiástico, tras la desamortización de Mendizábal (1836), el convento pasa a manos estatales y es destinado a casas consistoriales, cárcel y cementerio.
Es
una pena que, hoy en día, solo se conserven algunos muros, cubiertos
parcialmente de esgrafiados y que hacen pensar en lo que pudo ser.Las maltrechas ruinas relevan una instalación muy compleja puesto que estaba compuesta por una iglesia,un claustro,un mirador,una alberca,unas cuantas celdas,un refectorio y otras dependencias.